CICLO DE VIDA DEL HORMIGÓN

El análisis del ciclo de vida es la metodología que permite identificar, cuantificar y caracterizar los impactos potenciales de una edificación en el ciclo de vida completo.

Su principal valor es aportar información útil para la elección adecuada de las mejores soluciones técnicas a cada proyecto, teniendo en cuenta no sólo los impactos que derivan de la fabricación y uso de recursos en su construcción, sino también aquéllos que devendrán en la etapa de servicio y deconstrucción.

En una visión completa del ciclo de vida, los primeros suelen influir en tan sólo cerca del 10 % del consumo de energía y emisiones de gases de efecto invernadero del ciclo de vida completo, por tal motivo es fundamental adoptar decisiones correctas en términos de durabilidad, eficiencia térmica y resiliencia en vista a la etapa de servicio. En el siguiente esquema se identifican algunos de los atributos distintivos del hormigón que le confieren un perfil óptimo en comparación con otros materiales de construcción sustitutivos.

Recurso local

  • Insumos y producción locales, con menores distancias de transporte
  • Hormigón: 100 % reciclable

Huella de carbono

  • Entre el 80 y 90 % de la huella de carbono se debe a la etapa de uso de las edificaciones
  • Soluciones base cemento ofrecen alternativas de elevada eficiencia energética
  • Contribuciones de la masa térmica

Recarbonatación

  • Hasta un 25 % de la huella de carbono asociada a la producción del cemento consumido se reabsorbe por carbonatación durante la vida del servicio
  • Captura de carbono ampliable con estrategias post-vida en servicio

Uso y vida útil extendida

  • Menores o nulos requerimientos de mantenimiento reducen costos y la huella de carbono
  • Vida útil prolongada, aún mayor a la requerida por reglamentos